Académicos del Instituto de Economía participan en Revista Universitaria UC
Jeanne Lafortune, Alexandre Janiak, David Kohn, Alejandro Vicondoa y Francisco Gallego son los profesores del Instituto de Economía que participaron en la última edición de la Revista Universitaria, en un número dedicado a cómo enfrentar la adversidad económica.
Conoce sus artículos a continuación:
“Crisis Económica Mundial: Las amenazas se multiplican”, por David Kohn y Alejandro Vicondoa
Los académicos de macroeconomía de la UC reflexionaron en su artículo sobre la elevada inflación en el mundo, las alzas en las tasas de interés de los bancos centrales y la desaceleración de la economía mundial están presionando fuertemente a las economías emergentes.
“Es un gusto para mí poder participar en esta revista que tiene amplia difusión en nuestra comunidad universitaria y es una buena manera de dar a conocer el trabajo científico que venimos haciendo y como nos informa sobre los efectos del contexto mundial en la economía chilena. Ojalá resulte beneficioso para el conocimiento y desarrollo del país”, reflexiona David Kohn.
“Chile es, en términos económicos, una economía pequeña y abierta. Es decir, gran parte de su actividad económica depende de lo que ocurra en el resto del mundo a través de los precios internacionales de los productos que genera y consume, por un lado, y de las tasas de interés a las que la sociedad ahorra y se endeuda con el resto del planeta, por el otro.
El cobre representa aproximadamente la mitad de las exportaciones chilenas y un 10% de su actividad económica. Los vaivenes en su precio y en las condiciones financieras internacionales implican grandes desafíos para la economía chilena, en especial en momentos de normalización de las políticas fiscal y monetaria, sumadas a la incertidumbre política e institucional que está viviendo el país.
Así, aunque estamos alejados de las principales economías del mundo, la nuestra es altamente dependiente de lo que ocurre en el resto del planeta. Estos cambios en el contexto internacional ocurren en un escenario de alta incertidumbre internacional y doméstica, lo cual incrementa los desafíos para la economía chilena”.
Sobre las conclusiones de esta investigación, David Kohn reflexiona que “el 2022 ha sido uno de los más complejos en términos del contexto internacional en las últimas décadas. Los desbalances acumulados durante la pandemia se vieron exacerbados por la invasión de Rusia a Ucrania, llevando la inflación a valores no vistos en más de 30 años tanto en países emergentes como desarrollados. El alza de tasas de interés en pos de controlar la inflación presiona los mercados financieros y el valor del dólar, castigando las monedas emergentes. A esto se suma la segunda peor cifra de crecimiento en China en 40 años (solo superada por el año 2020), debido a sus políticas de Covid-0 y la crisis inmobiliaria por la que atraviesa.
Finalmente, los altos precios de commodities como el cobre, que actuaron como un salvavidas para países como Chile, comienzan a tambalear frente al alza de tasas en los países desarrollados y la desaceleración de la economía China.
A este difícil contexto internacional se enfrenta la economía chilena, en momentos en que atraviesa sus propias dificultades económicas y una alta incertidumbre por las reformas políticas e institucionales en discusión. Nuestro aporte busca contextualizar y ayudar a comprender las complejas fuerzas económicas que afectan a la economía y moldean sus resultados”.
“El futuro del trabajo en medio de la tormenta”, por Jeanne Lafortune y Alexandre Janiak
Los integrantes del Núcleo Milenio sobre la Evolución del Trabajo reflexionan sobre cómo el hecho de que “cada persona pueda decidir a qué hora trabaja, dónde lo hace y cómo lo hace es algo que irrumpió con la pandemia, pero que debe ser estudiado en detalle en tiempos de normalidad. Sus efectos no son iguales en países desarrollados que en naciones emergentes, así como su nivel de penetración. A su vez, el desarrollo de la tecnología y la amenaza de los robots sobre los humanos no es ciencia ficción. Son transformaciones aceleradas con las que se debe aprender a convivir.
“La flexibilización de la relación contractual puede ser distinta en un país como Chile, que ya tiene una baja tasa de sindicalización y una tasa de informalidad mayor a la de países más ricos. Por ejemplo, al flexibilizar el mundo laboral formal, en vez de precarizar el empleo agregado, podría disminuir el uso del empleo informal y así mejorar las condiciones promedio de los trabajadores.
Otro aspecto relevante para considerar es el de género. América Latina, y Chile en particular, tienen tasas de participación femenina bajas comparadas con otros países del mismo nivel de empleo. Los contratos poco flexibles en términos de horario parecen ser particularmente problemáticos para las mujeres. Un estudio en Colombia (Bustelo, M. et al., 2022) muestra que mujeres de mediano y bajo ingreso están dispuestas a sacrificar cerca de un 15% del sueldo mínimo en este país para tener flexibilidad horaria en su contrato laboral. Eso sugiere que, incluso en países emergentes con sueldos menores, hay una demanda de parte de mujeres para obtener este beneficio; algo que las discusiones sobre nuevos arreglos laborales tienen que tomar en cuenta”.
Jeanne Lafortune reflexiona que “las principales conclusiones que mencionamos es que no es obvio que el cambio tecnológico tenga el mismo impacto en America Latina que en los países ricos. Hay evidencia que la flexibilidad horaria es valorada en America Latina, particularmente por mujeres.
Una disminución de la jornada laboral a 40 horas podría tener efectos positivos via uso del tiempo adicional que generaría más actividad económica pero no hay evidencia todavía para un país emergente como Chile”.
“Cambio climático: La preocupación por el planeta no puede parar”, por Francisco Gallego
El académico del Instituto de Economía UC y director del Instituto para el Desarrollo Sustentable UC explica que “la experiencia muestra que la crisis ambiental debe ser atendida a la par de la crisis económica y social. Ninguna es más urgente que la otra. El gran desafío que tenemos como sociedad es la necesidad de afrontar la realidad que vivimos en todas sus dimensiones.
En su publicación en la Revista Universitaria señala que “quienes quieran mirar los problemas ambientales como separados de aquellos relacionados con la economía y con la sociedad estarán dando respuestas que en el corto plazo son relevantes, pero que tendrán consecuencias negativas en la otra dimensión. Esto ocurre en ambos sentidos: por un lado, desatender aspectos ambientales por privilegiar aspectos económicos, pero también no considerar ámbitos políticos, sociales y económicos cuando se proponen medidas ambientales (como nos enseña, por ejemplo, el caso de los chalecos amarillos en Francia). En otras palabras, el gran desafío que enfrentamos como planeta es cómo resolvemos las dos cosas “al mismo tiempo”. Es un reto importante y monumental en el que, basado en evidencia empírica disponible desde mi área, estoy en el lado de quienes tiene esperanza realista sobre nuestra capacidad de resolverlo. Pero mientras más nos demoremos más difícil será”.
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