Desafíos de la Inteligencia Artificial para el empleo en Chile: el análisis de Jeanne Lafortune en el foro de Espacio Público y Núcleo Milenio sobre la Evolución del Trabajo

7 de Agosto 2023

La profesora Titular UC y académica del Instituto de Economía participó en su calidad de experta y directora del Núcleo Milenio en el foro “¿Qué nos depara la inteligencia artificial? Sus múltiples desafíos en distintas dimensiones”, organizado en conjunto por el Núcleo y Espacio Público. La académica resaltó que esta revolución industrial es sin precedentes en la historia.

La profesora Titular UC y académica del Instituto de Economía participó en su calidad de experta y directora del Núcleo Milenio en el foro “¿Qué nos depara la inteligencia artificial? Sus múltiples desafíos en distintas dimensiones”, organizado en conjunto por el Núcleo y Espacio Público. La académica resaltó que esta revolución industrial es sin precedentes en la historia.

En formato híbrido, en la sede de Nueva Las Condes de la Escuela de Administración UC y a través del canal de YouTube de Espacio Público, se transmitió el foro: “¿Qué nos depara la inteligencia artificial? Sus múltiples desafíos en distintas dimensiones”. La instancia convocó a la ministra de Ciencias, Tecnología e Innovación, Aisén Etcheverry, Paula Benavides, presidenta ejecutiva de Espacio Público, Alejandro Barros, director de Espacio Público, Danielle Zaror, investigadora del Centro de Estudios en Derecho Informático, Angélica Bulnes, periodista y panelista de Tele13 Radio y a nuestra académica y directora del Núcleo Milenio sobre la Evolución del Trabajo, Jeanne Lafortune.

Fue la secretaria de Estado la primera invitada a plantear su mirada sobre la necesidad de adelantarse al posible impacto de nuevas tecnologías en el tejido social: “Hemos estructurado la conversación entre certezas y desafíos con las que podemos abordar este tema que es extremadamente complejo. Las certezas son importantes de destacar porque responden a políticas públicas de largo aliento, que se pueden trazar desde los inicios de Conicyt”, además agregó, “estamos caminando a la idea de pensar en la Inteligencia Artificial como herramienta, pero las leyes deben hacerse cargo de lo que estas tecnologías vienen a mover. El hecho de incorporarlas no cambia el pacto social”.

Luego, en el panel de conversación moderado por el director de Espacio Público, se discutió la posible marca de la Inteligencia artificial desde distintas perspectivas. En ese contexto, la profesora Lafortune evidenció desde la mirada académica qué es lo que se puede esperar que ocurra a nivel de los trabajadores con la llegada de tecnologías como estas: “Esta es una más de las revoluciones industriales que la humanidad ha vivido en historia. El temor por su impacto en el trabajo no es algo nuevo. Sin embargo, la Inteligencia Artificial por primera vez se relaciona con gente bien calificada, pues realiza tareas distintas a las que puede hacer un robot. No va a afectar a los trabajadores de línea de producción o transporte. Esto es para áreas con otras capacidades como los profesores universitarios o programadores. No es como la revolución robótica. Ahora, en Chile aún no se han incorporado todas las tecnologías de la revolución pasada, es decir, puede haber un doble golpe a los trabajadores más y menos capacitados. Eso lo hace diferente a las revoluciones pasadas”.

El análisis de la docente se enlace con el de la abogada Danielle Zaror respecto al sector público, que ante la falta de previsión del Estado y su resistencia a su actualización interna: “La modernización es un trabajo permanente y el problema es que aparece en el Estado como un hito que pasa y luego desaparece y empieza a decaer, por ejemplo, en el Congreso no se han abierto las puertas al uso de herramientas tecnológicas para facilitar su gestión, desde ahí en adelante está el problema”.

Por su parte, la periodista Angélica Bulnes se centró en el efecto de la Inteligencia Artificial en la democracia. Planteando la crisis de desinformación que vivimos y cómo esta tecnología ha cambiado el paradigma de lo que se muestra o comparte en redes sociales: el auge de la IA plantea muchas posibilidades, pero también muchos dilemas sobre los derechos de autor o el plagio. Puede ser un paso más en la carrera de la desinformación que afecta nuestra percepción”, sostuvo. A su juicio, más allá de casos individuales, lo más complejo del fenómeno de la desinformación “es el manto de sospecha que se levanta, sobre todo. Cuando la desinformación campea por todas partes, saber qué es verdad y qué mentira se vuelve muy difícil de discriminar”.

Para cerrar el encuentro Mariana Bargsted, directora alterna del Núcleo Milenio sobre la Evolución del Trabajo, se refirió a los alcances de las nuevas tecnologías para la salud mental, pero no como algo a futuro, sino más presente de lo que pensamos: “No somos conscientes que muchas veces ya interactuamos con la IA y la dejamos que tome decisiones importantes en nuestra vida: nos dice con quién salir cuando usamos Tinder o a dónde ir cuando usamos Waze. Delegamos acciones o funciones que antes teníamos que pensar en estas herramientas. En la medida que dejamos de hacer esas cosas y usamos, por ejemplo, Chat GPT para hacer un informe de investigación, perderemos habilidades cognitivas. Lo positivo es que se pueden recuperar”.

En foro funcionó como un espacio de reflexión sobre los procesos actuales y futuros. La tecnología está al servicio de la humanidad, pero somos nosotros los encargados de darle un marco de acción que nos apoye y no al revés.

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