Investigación de Francisco Gallego indagó sobre el rol de la asistencia personalizada en programas que buscan mejorar resultados educativos
El working paper del académico del Instituto de Economía UC lleva como título “The Importance of a Helping Hand in Education and in Life” y fue publicado recientemente en National Bureau of Economic Research (NBRE). Es un ensayo que analiza el rol de lo que el paper denomina “helping hand”, o una mano amiga, en programas o políticas que buscan potenciar resultados educativos.
A grandes rasgos, ¿qué aborda el paper y cómo lo desarrollaste?
El paper es un ensayo que trata de recoger y analizar un tema que, en nuestra opinión, no se ha mirado con detalle en la literatura previa: el rol de lo que llamamos “helping hand”, o una mano amiga en programas o políticas que buscan mejorar resultados educativos. La literatura -en la que los autores del paper también hemos participado- se ha centrado demasiado en intervenciones costo-efectivas, o sea intervenciones que son atractivas porque son “baratas”. Esto es potente y hay que seguir haciéndolo.
Sin embargo, al mismo tiempo que estas intervenciones son baratas, tienen impactos bajos o que típicamente no cambian trayectorias. Y nos dimos cuenta de que hay un conjunto de trabajos que muestran que justamente para tener cambios permanentes en educación parece ser que usar “una mano amiga” es una manera muy potente de lograrlo.
En el paper se habla de la importancia de las conexiones sociales y la asistencia personalizada en las intervenciones destinadas a mejorar la educación y el éxito laboral a largo plazo. ¿Qué ejemplos existen de estas prácticas de ayuda que estén orientadas a ese objetivo?
Hay varias, por ejemplo, hay un programa que estamos implementando en la Facultad y en la Universidad actualmente y como política pública en Chile y en muchos otros lugares: las tutorías escolares. Esta es una intervención con impactos no menores en aprendizajes y que la literatura científica justamente identifica que funcionan, ya que hay una persona que tutorea y que crea un vínculo con quien recibe la tutoría, lo que le permite no sólo personalizar la experiencia, sino que además desarrollarlo de un modo en que se aprovecha justamente el vínculo para potenciar la experiencia. Hay otros ejemplos en otros ámbitos del desarrollo de capital humano desde la pequeña infancia y apoyo familiar, hasta programas de capacitación de microemprendimientos.
¿Cuáles son las principales conclusiones a las que llegaron?
Que la “mano que ayuda” o “mano amiga” parece ser una herramienta central en éxitos de largo plazo en programas en educación, pero que al mismo tiempo hay que pensar en modos en los cuales estas ideas se puedan escalar de modo masivo. Y ahí hay que seguir pensando e innovando, por ejemplo, apoyándose en tecnología, pares, etc. Hay harta investigación de frontera muy potente en esta línea que se está haciendo o que partirá pronto.
Sobre dichas conclusiones, ¿cuáles crees que pueden ser las aplicaciones que pueden tener?
Como mencioné antes, es en cierta medida un llamado de atención a centrarse en políticas o programas que sólo miren soluciones costo-efectivas, pero que no logran cambios potentes en el largo plazo.