Cristián Aedo
En Chile el 90% de los niños cursa su educación básica y media en escuelas municipales o particulares financiadas parcial o totalmente con recursos públicos. Los recursos que reciben estas escuelas dependen del número de alumnos atendidos. Cada uno de ellos es ‘dueño’ de un voucher o cupón que implícitamente transfiere el financiamiento a la escuela elegida. Si se cambia de escuela, el cupón se mueve con el alumno. Esta modalidad de asignación de los recursos, explícita o implícitamente, ha sido evaluada negativamente por nuestras autoridades educacionales. Como, en parte, dicha evaluación se basa en alguna evidencia disponible, los autores, junto con discutir las ventajas y desventajas teóricas del actual sistema de financiamiento público de la educación, revisan dicha evidencia. En este trabajo se sostiene que esa evaluación negativa no advierte que los resultados de un sistema de vouchers dependen crucialmente del diseño del sistema y de las regulaciones contempladas para su aplicación. Distintos sistemas de vouchers conducen a resultados diferentes. Por otro lado, se señala, los estudios empíricos en Chile presentan deficiencias metodológicas que hacen muy difícil extraer conclusiones robustas. Una lectura cuidadosa de la evidencia empírica habitualmente esgrimida para desacreditar el sistema de vouchers, concluyen los autores, hace pensar que, por el contrario, ésta bien podría utilizarse para apoyar el desarrollo y el mejoramiento del sistema de vouchers.