Académicos del Instituto de Economía cuentan sus experiencias con los Nobel de Economía

12 de Octubre 2021

El 11 de octubre se reveló el Premio Nobel de Economía 2021, el cual este año fue para Joshua Angrist (MIT), David Card (Berkeley) y Guido Imbens (Stanford) por sus contribuciones en economía experimental, con aplicaciones en general y en el mercado laboral en particular.

Tres académicos del Instituto de Economía, Tomás Rau, Jeanne Lafortune y Francisco Gallego relataron cuál es su nexo con los nuevos galardonados y cómo su trabajo merecía ser reconocido.

Los nuevos premio Nobel de Economía son el canadiense David Card, el estadounidense-israelí Joshua Angrist y el estadounidense-holandés Guido Imbens. Los tres son especialistas en “experimentos naturales”, y Tomás Rau, director del Instituto de Economía, fue alumno de David Card y él se transformó en su profesor guía de tesis doctoral en Berkeley. En 2013 Tomás Rau viajó a California luego de una invitación de David Card como profesor visitante al Center for Labor Economics en Berkeley.

“Su apoyo fue fundamental para mi trabajo, dado que cambié de tema a un año de empezar. Las reuniones semanales eran breves, de 20 minutos, pero muy productivas. En esos años Card tenía seis o siete alumnos doctorales, luego organizaba muy bien sus reuniones, muchas veces después de comer, a las 20:30 o 21:00 en su oficina”. Con el tiempo, dice el director del Instituto de Economía, “desarrollamos una relación bien estrecha”.

“David Card es un economista excepcional, de mente rápida e integradora a la vez, y de una creatividad impresionante. Se ha especializado en investigación empírica aplicada a situaciones del mundo real, combinando métodos que no habían sido usados en economía hasta sus primeros trabajos.Su investigación ha logrado usar lo que en economía “experimentos naturales” para estimar efectos de políticas, reformas y olas migratorias en distintas variables como salarios y empleo”.

Jeanne Lafortune, Profesora Asociada, Directora de Investigación e Investigadora J-PAL LAC, tuvo de supervisor de tesis a Joshua Angrist y recuerda que lo conoció “durante los almuerzos donde presentaban los alumnos de doctorados sus trabajos preliminares. Josh estaba a cargo del almuerzo de economía laboral. También tuve Josh de profesor en econometría en mi segundo año”.

“Empecé a trabajar con el en mi tercer año del doctorado. Mis 2 supervisores principales estaban en un año sabático y me sentía un poco sola. Josh generosamente tomó el rol de segundo supervisor. Es una persona que da atención a sus alumnos y los cuida. Siempre estaré muy agradecida que aceptó ayudarme en este momento. Él tiene la característica de decirte lo que opina y entonces, tú entiendes desde el inicio el tipo de crítica que puede venir hacia tu trabajo gracias a su visión. Mi primer trabajo académico que termino siendo mi job market paper era en parte inspirado de un paper de él en 2002 y fue super útil de tenerlo como supervisor en este contexto”.

Sobre el Nobel de Economía de Joshua Angrist, Jeanne Lafortune opina que “él se merece el Nobel por la influencia muy profunda que ha tenido en el contexto de variables instrumentales. Es una herramienta que usamos mucho en econometría/análisis de los datos que nos permite buscar relaciones causales en vez de solamente correlacional. Su trabajo con Imbens es fundamental para entender qué estamos estimando. Josh decía siempre “si el trabajo empírico fuera fácil, los teóricos lo harían”. Es una persona que ha mostrado que hay que ser cuidadoso con la manera que uno trabaja los datos, la manera que los analizamos y las conclusiones que derivamos de estos. Eso es lo que mas destacaría de su trabajo”.

Francisco Gallego, profesor titular del Instituto de Economía UC y director científico J-PAL LAC también conoce de cerca a Joshua Angrist, ya que fue su ayudante de investigación por un año: “Fue una suerte. Un profesor muy desafiante, pero cercano con sus estudiantes. Hasta el día de hoy, cuando le escribo para preguntarle algo, responde muy rápido y con mucho detalle”.

Recuerda que “la última vez que lo vi, cuando estuve de profesor visitante en Princeton, él presentó un paper sobre Uber (que acaba de ser publicado en julio de este año) y mostró que, para entender mejor cómo funcionaba Uber, se hizo driver de Uber e hizo unos pocos viajes (con muy malas evaluaciones porque se perdía y además estaba todo el rato preguntando a los clientes por su decisión de Uber)”. Asimismo, Gallego comenta que “Josh lideró una línea que amplió las fronteras de la economía usando métodos nuevos y contestado preguntas antiguas usando métodos extremadamente rigurosos. Así, aparecieron nuevos resultados sobre salario mínimo, migración, educación, criminalidad, fertilidad. La idea central es usar métodos extremadamente creativos y rigurosos para descubrir relaciones causales y saber interpretarlas bien. Eso ha tenido una influencia enorme en investigación y en políticas públicas. Y debería ser usado más fuertemente en nuestro país para hablar en el deba correlación no es igual a causalidad”. Gallego recomienda las investigaciones más recientes de Angrist y coautores sobre políticas razonables y efectivas en educación. “La gente en Chile debería notar lo poco ideológicos que son los economistas rigurosos empíricamente”, concluye.